Lo más importante de hacer actividad física no es solamente marcar tu abdomen o tener una buena figura. Nunca perdamos de vista el objetivo esencial: mejorar nuestra salud. Si sólo lo hacemos por imitar al cuerpo que vimos en algún lado, vamos camino a la frustración.
Así que todos los días dedícale una hora a tu cuerpo. Desde simplemente caminar, hasta cualquier ejercicio que elijas, el abanico es amplio cuando se trata de mover el esqueleto.
Cuando estas haciendo una actividad, recordá que la intensidad y calidad son lo más importante. Pero comenzá despacio y hacia la finalización, imprimile ritmo o peso a lo que estés haciendo. Los últimos cinco minutos termina despacio. En otras palabras, andá subiendo los cambios hasta llegar a tu tope máximo, para luego terminar en un nivel intermedio.
Por eso, siempre que estés por realizar algún tipo de actividad comienza por precalentar y elongar, estirar bien tu cuerpo. Evita los cambios bruscos, anda incrementando de a poco, tanto en la actividad diaria como en la general. Andá de a poco, tenés todo el tiempo del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario